La estabilidad del estado a lo largo del tiempo depende de dos factores: 1. la consistencia lógica de la interrelación entre la iglesia y el estado. 2. La unidad religiosa del estado.

 

La Consistencia Lógica del Estado Confesional

 

1. La primera base o fundamento de una sociedad o nación, no es el estado o gobierno, sino la creencia en un ser supremo bajo cuyos mandamientos debemos vivir y comportarnos. Las creencias religiosas son al Estado lo que el timóm y la quilla son a un barco. Sin timon un barco va al garete sin dirección ni forma de llegar a ninguna parte. Sin la quilla un barco no tiene estabilidad ni forma de no virarse y sosobrar. Los fundamentos del Estado pueden cuestionarse y cambiar a lo largo del tiempo, pero los fundamentos de los mandamientos de Dios se suponen inmutables a lo largo del tiempo. Toda religión tiene el propósito de proporcionar una filosofía, una explicación sobre el significado y propósito de la vida y cómo comportarnos con los demás. Es decir, cómo vivir la vida en sociedad. Por consiguiente, los valores religiosos anteceden a los fundamentos del Estado o gobierno. Esto implica que los mandamientos religiosos anteceden las leyes del Estado y que las leyes del estado, incluyendo la constitución, deben reflejar los mandamientos de Diós y no al reves. El Estado o gobierno se supone que exista, es decir que se establesca, para hacer cumplir los mandamientos de Dios, además de las leyes que genere el mismo estado y toda ley que genere el estado deberá ser conforme a las leyes de Dios. Ese es, no solamente el orden lógico de la organización social, sino el orden natural. El orden inverso resulta en una contradicción que conduce al caos y a la anomia social. Es por eso que a lo largo de la historia los Estados monárquicos o autoritarios, así como los republicanos han tenido la necesidad de justificarse en alguna religión y percibir como una amenaza a su estabilidad el surgimiento de otras religiones. Es por eso que Roma combatió y persiguió el cristianismo por más de 250 años, antes de que un emperador Constantino I en el año 313 se convirtiera al cristianismo con la intención de consolidar su poder político y que el emperador Teodosio I en el año 380 lo incorporara como religión oficial sobre la cual justificar su gobierno y prohibiera su antigua religión. Es por eso que posterior a la caida del imperio romano, los monarcas europeos emplearon la religión cristiana católica para justificar sus gobiernos. Es por eso que cuando el monarca ingles Enrique VIII no puede justificar su gobierno bajo la religión católica, crea la religión cristiana anglicana para justificar sus gobiernos. Es por eso que los Estados Unidos es fundado por sectas cristianas que cuestionaban la interpretación biblica de la Iglesia Anglicana como religión oficial del Estado Ingles y por consiguiente, eran perseguidas. Razón por la cual terminaron emigrando y, eventualmente, formando un nuevo Estado que reflejara sus crencias religiosas.

El estado se supone que justifique su existencia en base a alguna creencia religiosa y no al reves. No obstante, debido a que el que controla las creencias religiosas de un pueblo, es decir los jefes religiosos, adquieren un poder político de facto que cuestiona el poder político del Estado y debido a que los jefes religiosos se corrompen, en muchas ocasiones el Estado se ve en la necesidad de invertir ese orden lógico e intervenir para controlar o incluso modificar las creencias religiosas.

 

 

En consecuencia, el estado debe estar fundado idealmente sobre una religión y, por consiguiente, ser un Estado confesional.

 

La democracia moderna es una creación de los Estados Unidos que se ha difundido por los países de América y Europa. A pesar de que al principio los Estados Unidos se fundan sobre la creencia en la existencia de un solo Dios bajo cuyos mandamientos debe regirse el estado o gobierno democrático que se funda, con el pasar del tiempo la degeneración paulatina del estado o gobierno democrático, que es inherente a toda democracia, al ir cayendo en el populismo a través de la creación de los partidos políticos, terminó sustituyendo un estado constituido para hacer cumplir las leyes de Dios, por un estado secular o laico, que es por su naturaleza agnóstico y ateo. Es decir, el estado no se constituye para hacer cumplir las leyes de Dios, ni tampoco tienen que legislar en concordancia con esas leyes.

 

Por la misma razón, miran con desprecio aquellos estados confesionales fundados sobre una religión, como en el caso de los países islámicos, pues todo lo perciben a través del filtro de su propia ideología a la cual los lleva la paulatina degeneración de las democracias populistas.

 

 

La Unidad Religiosa

 

 

2. Mientras más multiplicidad de religiones se practique en un país y más similares sean los tamaños de las poblaciones que las practican, mayor será el nivel de división en lo que respecta a la identidad nacional y mayor el nivel de beligerancia entre las distintas religiones.

En consecuencia, el estado debe favorecer una religión (Estado confesional) y procurar mantener en minoría las demás religiones por medio de permitir su práctica, pero no permitir la difusión de su prédica, tal y como hacen algunos estados islamistas.

 

 

De aquí la importancia que tienen establecer un estado confesional múltiple en la que solo exista una religión mayoritaria con sus variantes y las demás se puedan practicar a nivel personal pero no se puedan difundir a través de la fundación de templos y de la prédica pública.

 

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Si examinamos la historia, veremos que sólo ha habido dos soluciones exitosas al problema de las guerras constantes causadas por la división religiosa de un país. La primera es la división del país o nación en dos partes, cada una con su propia religión. La segunda de ellas es la imposición de una religión sobre otra y la prohibición de una de las dos.

 

Ejemplo de la primera solución al problema de las guerras constantes causadas por la división religiosa lo podemos ver en la historia de la India. Mientras existió un solo país con dos religiones mayoritarias, el hinduismo y el islamismo, la India sufrió un estado de guerra sangrienta y cruel constante entre los integrantes de ambas religiones. Cuando la India se independiza en 1947 esta guerra religiosa cobró la vida de más de dos millones de personas en menos de una década. A esta guerra se le llama, guerra de los 1000 años por que la rivalidad entre musulmanes e hindúes en la India se remonta a más de 1000 años durante la cual se estima se ha cobrado la vida de cientos de millones de seres humanos. Así de crueles y sangrientas son las guerras religiosas.

 

 

 

 

 

 

 

 

La única solución exitosa de esta guerra fratricida constante fue la división del país en tres: Pakistán, Bangladesh y la India, cada uno con su propia religión. Una parte e los millones de fieles de la religión islámica que quedaron en la parte que siguió llamándose la India fueron obligados a emigrar forzosamente hacia Pakistán o Bangladesh y una parte de los millones de fieles de la religión hinduista que quedaron en la parte de la India que se llamó Pakistán y Bangladesh fueron obligados a emigrar forzosamente hacia la India. Esta emigración forzosa de más de 14 millones de habitantes constituyó otra ordalía para los 14 millones de individuos que tuvieron que realizarlas.

 

Otro ejemplo de la primera solución al problema de las guerras constantes que producen las religiones diferentes dentro de un mismo país lo podemos ver en la historia de palestina. Mientras existió un solo país con una sola religión mayoritaria, la islámica, no había guerras religiosas. Una vez Europa fomenta la emigración del pueblo judío a esa región y se crea un país con dos religiones mayoritarias, islamismo y judaísmo, palestina ha sufrido un estado de guerra constante entre los integrantes de ambas religiones. La única solución que parece ser exitosa es la división del estado en dos: palestina e Israel. No obstante, como sabemos tal división no se acaba de concretar y por eso el estado de guerra constante continúa hasta tanto se dividan en dos países diferentes, cada uno con su propia religión (primera solución) o hasta tanto una sola religión se imponga sobre todo el territorio (segunda solución).

 

Ejemplo de la segunda solución al problema de las guerras constantes causadas por la división religiosa, lo podemos ver en la historia de España. Mientras existían dos religiones mayoritarias, el cristianismo y el islamismo, España sufrió un estado de guerra constante entre los integrantes de ambas religiones. La única solución exitosa fue la intolerancia religiosa: la expulsión de los islamistas y los judíos del país, la persecución de los mahometanos y los judíos que se quedaron en el país con el objeto de obligarlos a cambiar de religión, es decir la conversión por la fuerza. Por eso se establecen varias instituciones como el estado confesional, la Santa Inquisición y los caballeros templarios.

 

En la historia religiosa de América se aplicó la misma solución de intolerancia religiosa que en España y Europa, pues esos países trajeron al nuevo mundo la solución que acababan de implementar en España y Europa al problema de las guerras religiosas constantes causadas por la tolerancia religiosa dentro de un mismo país.

 

Otro ejemplo de la segunda solución al problema de las guerras constantes causadas por la división religiosa, lo podemos ver en la historia antigua de Israel. Mientras existían múltiples religiones mayoritarias, el monoteísmo judío y el politeísmo filisteo o de otros pueblos de la región. Ese territorio sufrió un estado de guerra constante entre los integrantes de las distintas religiones. La única solución exitosa fue la intolerancia religiosa que culminó con la expulsión y el exterminio de los filisteos y de los otros pueblos de la región.

 

En este momento histórico, los países de Europa y en especial Inglaterra, Francia y Alemania, ignorando los ciclos históricos que generaron la unificación religiosa de España y Europa, hace apenas 500 años, se disponen a modificar sus leyes para garantizar la tolerancia religiosa y permitir la emigración de países mahometanos. Según esta teoría que acabamos de esbozar, podemos predecir que, en la medida en que esa tolerancia religiosa crezca en Europa y destruya el trabajo realizado hace 500 años por los estados confesionales en Europa, la Santa Inquisición y los caballeros templarios, en esa medida se irá desarrollando el crecimiento de múltiples religiones y con ello las guerras religiosas constantes entre los integrantes de dichas religiones.

 

Cuando ese momento llegue, habría que recordar que las dos soluciones exitosas al problema será la división de Inglaterra, Francia y Alemania en dos estados con su propia religión o la persecución y expulsión de los no cristianos de esos tres países.

 

Cuando occidente mira con desprecio y desdén la intolerancia religiosa de los países mahometanos, especialmente con los cristianos, ignora que en esas actitudes de los pueblos árabes y orientales se esconde la sabiduría mi