Todo Estado o gobierno tiene que estar fundado sobre los mandamientos de Dios primero que las leyes de los hombres. De lo contrario, las leyes del Estado no serán cumplidas en la medida que al contracdecir las creencias religiosas de la gente provocaran gran peeturbación y ansiedad en la población. En consecuencia, los mandamientos de Dios son, por su naturaleza la ley suprema del gobierno y, por consiguiente, la primera ley del país. La constitución del país tiene que ser acorde y no contradecir las leyes de Dios. Ese es el orden lógico de la relación entre la Iglesia y el Estado y no al revés cómo es en la actualidad. Cuando el Estado se proclama agnóstico y no confesional a la hora de establecer leyes que contradicen las crencias religiosas de la gente, lo que de hecho hace es forzar el cambio en las creencias religiosas de la población, convirtiendose defacto en profetas e intérpretes de los mandamientos de Diós y desplazando así a los ministro religiosos de la sociedad. En consecuencia, el Estado se convierte en confesional de las creencias religiosas que pretenda cambiar en la población.

 

Para que un gobierno pueda tener permanencia a lo largo del tiempo, las leyes tiene que tener consistencia lógica. De lo contrario, si las leyes no tienen consistencia lógica y la existencia de unas leyes contradicen la existencia de otras, entonces ese gobierno contiene dentro si una contradicción cuya dinámica, a lo largo del tiempo, lo llevará a la autodestrucción.

 

Si la constitución de un país como ley suprema no refleja las creencias religiosas de la gente sobre los mandamientos de Dios, se establece una contradicción cuya dinámica a lo largo del tiempo conlleva la autodestrucción del Estado o de las creencias religiosas.

 

Supongamos que tengamos un Estado con dos constituciones o leyes supremas y supongamos que la primera constitución tiene leyes que contradigan la segunda constitución. Resulta claro que ese Estado o gobierno tiene dentro de sus constituciones el germen que con el tiempo provocará la autodestrucción del Estado y la formación de dos Estados diferentes. Esa gran verdad queda consagrada en la Biblia cuando Dios dice que nadie puedes servir a dos amos a la vez y establece que el amor a Dios es primero. Esto es lo  que queda consagrado en la Biblia cuando Dios dice que el primer mandamiento supremo es “Amaras a Dios sobre todas las cosas y luego a tu prójimo como a tí mismo”. Como se puede apreciar, la Biblia contiene más consistencia lógica que la constitución de los países cristianos de hoy en día.

 

Cualquier Estado cuya ley suprema sea la constitución y no los mandamientos de Dios, tiene dentro de sí el germen de su auto destrucción si la constitución no refleja las creencias religiosas de la población.

 

¿Cuáles son las razones por las cuales un Estado que no se funda en las leyes de Dios se autodestruye?

 

La razón es que el ser humano está hecho para funcionar de esa forma. La naturaleza del ser humano está hecha para responder a los mandamientos de Dios en primer lugar por encima de todo lo demás, aunque eso le cueste la vida, la tortura o la persecución. Por consiguiente, un estado cuyas leyes no estém fundadas en las leyes de Dios se auto destruirá y si, por otro lado, decide forzar el cambio en las creencias religiosas de la gente, se convierte de facto en un Estado confecional de las nuevas creencias religiosas convertidas en ley, dejando de ser acofesional y constituyendose en interpretes de los mandamientos de Dios, desplazando a los sacerdotes y ministros religiosos. Eso fue lo que hizo el farahón egipcio Akhenatón cuando sustituyo la religión politeista por la monoteista causando gran perturbación en la sociedad egipcia, el emperador romano Constantino cuando sustituyó la religión pagana del imperio por el cristianismo y el Rey de Inglaterra Enrique VIII cuando sustituyó la religión católica por la anglicana.

 

Si tú le preguntas a cualquier ser humano en cualquier parte del mundo que es primero las leyes o mandamientos de Dios o las leyes o mandamientos del hombre, la inmensa mayoría responderá que las leyes de Dios son primero. Esta respuesta no la producen los individuos solamente porque es lo que la lógica dice, sino porque es la forma en que están hechos los seres humanos. Es decir, la forma en qué está hecha la psiquis del ser humano le impide actuar de forma diferente, no importa si tiene o no lógica, los seres humanos producen esta respuesta. Por ejemplo, si tú le preguntas a cualquier ser humano en cualquier parte del planeta y que tenga cualquier tipo de religión, si la ley de Dios debe estar por encima de la ley del hombre y lo amenazas con la muerte o la tortura o la persecución si dice que es la ley de Dios y no la del hombre o la del Estado, te sorprenderías ver que muchos estarán dispuestos a morir o a ser torturados o a ser perseguidos, antes de negar la supremacía de las leyes de Dios o antes de negar a Dios.

 

Durante el Imperio Romano se castigaba con la muerte a aquel que no negara ser cristiano y aceptara la religión pagana de Roma. Muchos estuvieron dispuestos a morir antes de renegar de su fe y convertirse al paganismo. Durante las santas cruzadas, los cristianos mataron miles de islamista que no estuvieron dispuestos a renegar de su fe islámica y convertirse al cristianismo. Miles de islamistas estuvieron dispuestos a morir antes que renegar de su fe y convertirse al cristianismo. Durante la expansión del islam por Europa los islamistas mataron miles de cristianos que no estuvieron dispuestos a renegar de su fe Cristiana y convertirse al islamismo. Miles de cristianos murieron antes que renegar de su fe. Durante la expansión del islam hacia la india, los islamistas mataron más de 400 millones de personas pertenecientes a religiones de origen hinduista porque no estuvieron dispuestos a renegar de su fe y a convertirse al Islam. En ese entonces se estima que la población de la India era de 600 millones. Por consiguiente, la mayoría de la población, es decir dos terceras partes, estuvieron dispuestos a morir antes que renegar de sus creencias religiosas.

 

Como se puede comprobar, la mayoría de los seres humanos no obedecieron a la lógica sino al instinto de temer y buscar de Dios. La lógica te diría, salva la vida, reniega de tu Dios o tu fe y luego cuando ya no tengas bajo amenaza tu vida vuelve a creer y predicar tú fe y tu Dios. Pero la mayoría de los seres humanos no actuarán según la lógica y preferirán morir, ser torturados o perseguidos antes de negar a su Dios. Esta es su naturaleza manifiesta en su conducta. Están hechos para actuar así, en contra de la lógica y de su propia vida, antes que negar de su fe o de su Dios.

 

De lo anterior se puede concluir que queda evidentemente demostrado, más allá de toda duda razonable que, independientemente de lo que la lógica indique, para el ser humano las leyes de Dios tienen que estar por encima de las leyes del Estado. Es decir, ocurre que el ser humano está hecho para actuar en la vida según sus creencias sobre las leyes de Dios, aunque le cueste la vida, la tortura o la persecución. En otras palabras, el ser humano parece estar hecho para actuar según sus creencias religiosas y esa es su naturaleza. En consecuencia, cualquier Estado, gobierno o constitución, como ley suprema del Estado, que establezca o permita la existencia de más de una religión, cae en una contradicción que no solamente es de lógica, sino contradictoria con la naturaleza humana.

 

La lógica indica que, si no hay nada que pueda estar por encima de Dios, ni ser supremo a Dios, entonces la ley del Estado, la constitución, no puede estar por encima de la ley de Dios. Aparte de lo que la lógica dice, la propia naturaleza del ser humano está hecho para obedecer las leyes de Dios por encima de su propia vida, tortura o persecución.

 

Por otro lado, si la naturaleza del ser humano es no aceptar ninguna otra religión que no sea a la propia, ni ningún otro Dios que no sea el propio, y si es su naturaleza, evidenciada por la historia, el de matar, torturar ley de Dios debe estar por encima de la ley del hombre y lo amenazas con la muerte o la tortura o la persecución si dice que es la ley de Dios y no la del hombre o la del Estado, te sorprenderías ver que muchos estarán dispuestos a morir o a ser torturados o a ser perseguidos, antes de negar la supremacía de las leyes de Dios o antes de negar a Dios.

 

Durante el Imperio Romano se castigaba con la muerte a aquel que no negara ser cristiano y aceptara la religión pagana de Roma. Muchos estuvieron dispuestos a morir antes de renegar de su fe y convertirse al paganismo. Durante las santas cruzadas, los cristianos mataron miles de islamista que no estuvieron dispuestos a renegar de su fe islámica y convertirse al cristianismo. Miles de islamistas estuvieron dispuestos a morir antes que renegar de su fe y convertirse al cristianismo. Durante la expansión del islam por Europa los islamistas mataron miles de cristianos que no estuvieron dispuestos a renegar de su fe Cristiana y convertirse al islamismo. Miles de cristianos murieron antes que renegar de su fe. Durante la expansión del islam hacia la india, los islamistas mataron más de 400 millones de personas pertenecientes a religiones de origen hinduista porque no estuvieron dispuestos a renegar de su fe y a convertirse al Islam. En ese entonces se estima que la población de la India era de 600 millones. Por consiguiente, la mayoría de la población, es decir dos terceras partes, estuvieron dispuestos a morir antes que renegar de sus creencias religiosas.

 

Como se puede comprobar, la mayoría de los seres humanos no obedecieron a la lógica sino al instinto de temer y buscar de Dios. La lógica te diría, salva la vida, reniega de tu Dios o tu fe y luego cuando ya no tengas bajo amenaza tu vida vuelve a creer y predicar tú fe y tu Dios. Pero la mayoría de los seres humanos no actuarán según la lógica y preferirán morir, ser torturados o perseguidos antes de negar a su Dios. Esta es su naturaleza manifiesta en su conducta. Están hechos para actuar así, en contra de la lógica y de su propia vida, antes que negar de su fe o de su Dios.

 

De lo anterior se puede concluir que queda evidentemente demostrado, más allá de toda duda razonable que, independientemente de lo que la lógica indique, para el ser humano las leyes de Dios tienen que estar por encima de las leyes del Estado. Es decir, ocurre que el ser humano está hecho para actuar en la vida según sus creencias sobre las leyes de Dios, aunque le cueste la vida, la tortura o la persecución. En otras palabras, el ser humano parece estar hecho para actuar según sus creencias religiosas y esa es su naturaleza. En consecuencia, cualquier Estado, gobierno o constitución, como ley suprema del Estado, que establezca o permita la existencia de más de una religión, cae en una contradicción que no solamente es de lógica, sino contradictoria con la naturaleza humana.

 

La lógica indica que, si no hay nada que pueda estar por encima de Dios, ni ser supremo a Dios, entonces la ley del Estado, la constitución, no puede estar por encima de la ley de Dios. Aparte de lo que la lógica dice, la propia naturaleza del ser humano está hecho para obedecer las leyes de Dios por encima de su propia vida, tortura o persecución.

 

Por otro lado, si la naturaleza del ser humano es no aceptar ninguna otra religión que no sea a la propia, ni ningún otro Dios que no sea el propio, y si es su naturaleza, evidenciada por la historia, el de matar, torturar perseguir a los que no son de su misma creencia, entonces por lógica el Estado y su constitución no puede contradecir las leyes religiosas. Si el Estado y su constitución no pueden contradecir las leyes religiosas, el Estado no puede ser aconfesional. Tiene que por lógica ser confesional o cae en una contradicción que lo llevaría a la autodestrucción, según crezcan las distintas religiones y empiecen a rivalizar entre sí matándose, torturándose y persiguiéndose. Cualquier Estado que predica la tolerancia religiosa cae en una contradicción con la naturaleza del ser humano que lo lleva con el pasar del tiempo a la autodestrucción y su división en tantos Estados como religiones distintas se desarrollen.

 

Los Estados europeos habían logrado resolver ese problema con el logro de la unificación religiosa y la creación del Estado confesional basado en la religión católica. El Estado, los reyes o gobernantes estaban por debajo del representante de Dios en la tierra que era el Papa y debían obtener de él la aprobación sobre lo que hacían. El Papa era pues el que interpretaba la voluntad de Dios y la comunicaba. Pero la religión católica se degeneró y se corrompió dando margen a que sugirieran las religiones protestantes. El error de Europa y de los Estados Unidos fue separar la Iglesia del Estado, porque son inseparables. La solución estaba el combatir y erradicar la corrupción del papado. Es por eso que la solución en el caso del cristianismo radica en el establecimiento del Estado confesional múltiple basado en el cristianismo, tal y como lo propone el Partido Bolivariano de Puerto Rico.

 

La solución inglesa fue la respuesta a la corrupción de papado en Europa. En el Estado inglés el rey era el representante de Dios sobre la tierra quien debía interpretar la voluntad de Dios y comunicarla.

 

No obstante, el protestantismo cayó en la contradicción de establecer que cualquiera podía leer la biblia y llegar sus propias conclusiones sobre la voluntad de Dios. Nacen, pues, las distintas sectas religiosas dentro del cristianismo y con ello el germen de la autodestrucción, pues se niegan a obedecer la interpretación de la voluntad de Dios que hace el rey como la cabeza de la iglesia anglicana. Probablemente fue para evitar caer en la matanza, las torturas y las persecuciones de la que los protestantes había sido víctimas recientes a manos de la Iglesia Católica, que decidieron mandarlos en el May Flower para América. Aproximadamente cien años después sus descendientes forman una nación y, probablemente para no caer